Los excelentes resultados que se están obteniendo en los 11 centros penitenciarios donde se han puesto en marcha estos programas, demuestra que la interacción con animales puede contribuir a la inserción de los internos. Esta experiencia ha sido posible gracias al acuerdo al que llegaron la Fundación Affinity y la Dirección General de Instituciones Penitenciarias en relación con el desarrollo e implantación de las Terapias y Eduacación Asistida por Animales de Compañía (TEAAC).
Para llevar a cabo este ambicioso proyecto, la Fundación ha donado una pareja de peros de raza Labrador o Golden Retriever a cada centro, ya que son razas con un caracter dócil, sociable y afectuoso. Todos los animales se han entregado convenientemente vacunados y en regla según la normativa vigente. La Fundación también proporcionó las casetas para los animales, mientras que cada centro penitenciario, con la ayuda ilusionada de los internos, tuvo que buscar y preparar el espacio adecuado para instalarlas.
Una magnífica experiencia
En todos los casos, la TEAAC se ha dirigido a los internos con necesidades de cariño, problemas de adaptación o de conducta, dificultades de relación, etc. Gracias a la TEAAC, los internos han tenido la oportunidad única de descubrir su capacidad de cuidar y educar a otros, lo que ha supuesto una mejora considerable de su autoestima.
Desde el primer momento, han estado asistidos por especialistas, que les han enseñado las pautas para educar y cuidar a los perros. Todos los que han participado en esta experiencia -internos, veterinarios, terapeutas, funcionarios, etc- la han valorado muy positivamente. En todos los casos, se ha conseguido mejorar el clima del centro, se ha experimentado un aumento de la capacidad comunicativa de los internos participantes y una mejora de su estado de ánimo. Además, se ha podido comprobar que la alegría y cariño que los perros proporcionan a los internos resulta ya de por sí terapéutica y una gran ayuda para ellos que esperan la llegada de los "nuevos amigos" muy ilusionados.
Parece, pues, que enfocar los problemas de los internos desde una perspectiva innovadora puede resultar positivo y favorecer la reinserción social de este colectivo. Y éste es, en definitiva el objetivo último al que deben aspirar los centros penitenciarios de nuestro país.
"Los internos deben cuidar la higiene de los perros, alimentarlos debidamente, senseñarle las órdenes básicas de comportamiento, jugar con ellos, sacarlos a pasear... En definitiva tienen que responsabilizarse de su cuidado y bienestar. Ello les permite mejorar su autoestima al sentirse eficaces y necesarios para otro ser vivo.·"
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