Uno de los peligros más graves a los que se encuentran expuestos nuestros animales durante la época estival es el denominado golpe de calor, y es que la mayoría de la gente que hace turismo con el coche suele llevarse a sus animales de compañía, especialmente los que pasan las vacaciones con caravanas.
El golpe de calor
También es común que, si paramos en la carretera a descansar o a tomar un refrigerio, como también pensamos que vamos a tardar unos minutos, dejemos a nuestros animales dentro del vehículo con las ventanillas ligeramente bajadas. Ésta y la anterior son las dos causas principales por la que nuestros animales sufren el temido golpe de calor.
Este sistema termorregulador no es tan eficaz como la sudoración, y por ello tienen menos facilidad para perder calor. La temperatura corporal sube hasta producir un fallo en el centro de la termorregulación en el cerebro y a partir de aquí es imposible controlar la temperatura que sigue subiendo, entrando rápidamente en coma y muriendo.
Consejos preventivos:
Nunca debemos dejar a los animales dentro del coche, aunque sepamos que vamos a tardar sólo unos minutos: ese tiempo puede ser suficiente para acabar con su vida. En países como Suiza, si alguien ve un niño o un animal en un coche solo, aunque esté en la sombra y con las ventanillas bajadas y no haga excesivo calor, lo denuncia automáticamente y el responsable es sancionado.
Con 43º C en el exterior del coche, el interior puede alcanzar 56º C en sólo 10 minutos y 65-70º C en 20 minutos, siempre sin estar directamente expuesto al sol y con las ventanillas semicerradas. A esta temperatura, seguro que se produce la muerte cerebral en poco tiempo después de presentar los síntomas del golpe de calor. A más de 50º C se produce la muerte cerebral de forma irreversible.
Es importante tener cuidado con el ejercicio en los días cálidos, además de no dejar a los animales en lugares cerrados o poco ventilados (coches, casas sin aire acondicionado, zonas abiertas expuestas al sol…).
Este ejemplo es bastante habitual cuando sometemos a ejercicio a un perro grande durante un día caluroso. La muerte se produce no por el calor externo, sino por el calor interno que genera al hacer ejercicio. Esta sensación térmica es difícilmente eliminada por el animal y se produce un golpe de calor con pocas posibilidades de recuperación.
Este hecho justifica el no llevar a pasear, correr o con la bicicleta, especialmente a perros grandes en épocas calurosas. Si queremos hacerlo debería ser por la mañana temprano, vigilando que no se fatigue demasiado, parando de vez en cuando, suministrándole agua y, al volver a casa, ducharle y vigilar su respiración hasta que esté calmado.
Los perros pequeños también pueden sufrir este problema cuando se les deja en un sitio cerrado o sin circulación de aire: al aumentar la temperatura ambiental y al no tener mucha masa, el animal rápidamente sube su temperatura corporal y se agita, con lo que genera más calor. Acto seguido comienzan las convulsiones, que generan aun más calor, y pronto entran en coma y fallecen.
En perros braquicéfalos (perros con nariz muy chata, como el Bulldog Inglés, el francés o el Pequinés), en canes obesos, con problemas cardiacos o ejemplares con mucho pelo, al tener dificultades en la respiración unos y dificultades en perder calor otros, el riesgo es mucho mayor, sobre todo por ejercicio en días calurosos.
Los principales síntomas del golpe de calor son:
- La temperatura elevada por encima de 42º C
- Mucosas rojizas u oscuras
- Jadeo excesivo
- Estupor (con pérdida de conciencia)
- Tambaleo
- Convulsiones
- Diarrea sanguinolenta o vómitos
- además de otros inespecífico
Ante los primeros síntomas, hay que llamar al veterinario de urgencia mientras otra persona baña al animal con agua (no con hielo, ni muy fría, pues ésta produce vasoconstricción y hace perder menos calor) y le pone una bolsa de plástico con hielo machacado en la cabeza. Por debajo de 42º C, no es necesario enfriar más al animal, pues puede llegar a hipotermia
Hay que ponerle cubitos de hielo para que el animal lo chupe y pueda beber el agua fría, pero hay que hacerlo muy poco a poco. Aunque el animal baje la temperatura y recobre la conciencia y aparentemente esté normal, no está fuera de peligro, pues los órganos internos pueden estar dañados, por lo que hay que hacer análisis de sangre, para saber si todo el organismo funciona normalmente.
Fuente: Mascotasyhogar.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario