lunes, 29 de junio de 2009

Abandonar a tu mejor amigo tiene muchas consecuencias

Los perros abandonados que deambulaban por las carreteras fueron la causa de cerca de 3.000 accidentes de tráfico en 2008.

"Además del terrible acto que supone de por sí para el animal, quien abandone a su perro debe ser consciente de las graves consecuencias que esta práctica puede originar en las carreteras".
Estas palabras del responsable de la empresa de comidas para animales Pedigree, José Gago, que colabora en la campaña contra el abandono de mascotas que ha presentado este viernes la Dirección General de Tráfico (DGT) en colaboración con asociaciones protectoras de animales, no están vacías.
Los perros abandonados que deambulaban por las carreteras fueron la causa de cerca de 3.000 accidentes de tráfico en 2008, cifra que supone el 23% del total de accidentes provocados por la irrupción en la vía de un animal, que se han duplicado desde 2004, pasando de 6.000 a 12.000 al año, y que causaron el año pasado ocho víctimas mortales.

Según ha explicado este viernes Aurora Cedenilla, subdirectora general de la DGT, el 94% de los accidentes causados por animales tiene lugar por el atropello del mismo, y el resto al intentar esquivarle.
Cedenilla ha señalado también que el perro es el animal doméstico que más accidentes provoca, aunque el segundo en las cifras generales, según las cuales el animal que más pone en riesgo la seguridad de los conductores es el jabalí -causante en 2008 de 3.904 accidentes, un 31% de los siniestros de este tipo-.

Castilla y León, Andalucía y Galicia, a la cola
En cuanto a las regiones, Castilla y León, Andalucía y Galicia son las Comunidades Autónomas en las que se han producido más accidentes relacionados con perros abandonados en la carretera.
Es necesario reducir el número de abandonos de mascotas.
Bajo el lema "El abandono causa accidentes", la campaña presentada este viernes, que la DGT realiza en colaboración con la Asociación Nacional para la Defensa de los Animales (ANDA), la Federación de Asociaciones de Protección de Animales de la Comunidad de Madrid (FAPAM) y la marca de comida para perros Pedigree, pretende reducir el número de abandonos de mascotas durante las vacaciones de verano.
Para ello, durante los meses de julio y agosto se distribuirán en 86 áreas de servicio de las principales carreteras españolas 200.000 folletos en los que se informa sobre las medidas de seguridad recomendables cuando se viaja con perros en el coche y se dan consejos prácticos a las familias con animales que deciden irse de vacaciones.

Más de 110.000 perros abandonados
"En España se abandonaron en 2008 más de 110.000 perros", ha explicado Gago.
Cedenilla, por su parte, ha recordado además que, aparte de la dimensión ética de este problema, dejar animales sin custodia en las carreteras está penado por ley según el Reglamento General de Circulación.
Esta normativa recoge también como infracción grave el llevar a un animal dentro del coche sin las sujeciones reglamentarias, ya que la reducción del campo de visión o las distracciones causadas por una mascota que no vaya debidamente colocada dentro del vehículo y separada del conductor por una barrera resistente pueden constituir un grave peligro.
Tanto José Gago como Alberto Díez, presidente de ANDA, han dicho que con esta campaña se pretende "transmitir un mensaje sobre la tenencia responsable de animales" y que han querido incidir en los accidentes de tráfico porque se trata de "un efecto colateral más del problema del abandono de perros".

Lo más barato es abandonarlo. ¿Alguien ha visto a algún agente controlar que los perros lleven microchip? Se lo ponemos quienes sabemos que no los vamos a abandonar. Es una obligación como la de no tirar basuras a la vía pública, que no sirve porque no se hace nada para que se cumplan.
El que abandona un perro voluntariamente tendría que pagar cuatro veces la pensión de la edad máxima de la raza en el mejor hotel canino de España. Y prohibirle tener una mascota de por vida bajo sanción por igual cantidad. Y con lo recaudado hacer unas buenas infraestructuras para la recogida porque las que hay, salvo honrosas excepciones en el ámbito de las ONGs, son una pena.

Fuente: Publico.es

jueves, 25 de junio de 2009

Entrenan a perros para oler el peligro en sus amos diabéticos

El mejor amigo del hombre ya ha demostrado ser capaz de olfatear ciertas células cancerígenas y llevan mucho tiempo trabajando en la caza de sustancias ilegales y explosivos.

En Reino Unido han entrenado perros como potenciales salvadores para avisar a sus amos diabéticos cuando los niveles de azúcar en su sangre desciendan peligrosamente. Su nuevo papel en la primera línea del cuidado de la diabetes se produce tras recientes evidencias que sugieren que el hipersensible hocico canino puede detectar pequeños cambios que ocurren cuando una persona está a punto de tener un ataque hipoglucémico.

Un estudio difundido el pasado diciembre por la Universidad Queen de Belfast indicó que el 65% de las 212 personas diabéticas y dependientes de la insulina habían manifestado que cuando habían tenido un episodio hipoglucémico sus mascotas habían reaccionado gimoteando, ladrando, pateando o haciendo algo parecido.
En el centro de investigación canino de Cáncer y Biodetección de Aylesbury, en el sur de Inglaterra, los entrenadores de animales han puesto en práctica estos hallazgos y perfeccionando las innatas habilidades de los perros.
Organizaciones benéficas se han hecho con 17 perros en varias fases de entrenamiento que serán emparejados con amos diabéticos, muchos de ellos niños.
"Los perros han sido entrenados para detectar ciertos olores en cantidades muy pequeñas. Su mundo es realmente muy diferente al nuestro", dijo la directiva Claire Guest a Reuters TV.
El centro empezó hace cinco años gracias al esfuerzo del cirujano ortopédico Dr John Hunt, que quería estudiar curiosas anécdotas sobre perros que atosigaban a sus amos insistentemente en partes de su cuerpo en los que más tarde se descubrió que tenían cáncer.
Casi al mismo tiempo, se reunió la primera prueba fiable en el cercano Hospital Amersham de que los perros podían identificar cáncer de vejiga por las sustancias químicas presentes en la orina.

La medida en los enfermos de diabetes se produce tras el caso de Paul Jackson, que dijo a Guest y su equipo que su perro Tinker le avisaba cuando sus niveles de azúcar bajaban demasiado y estaba a punto de desmayarse. "Generalmente me lamía la cara, y jadeaba junto a mí", dijo Jackson.

Los entrenamientos
Tinker ha sido entrenado ahora en el centro de Aylesbury y es un perro Alerta-Hipodiabético completamente cualificado, que lleva una chaqueta roja que le distingue como un animal de ayuda.
El centro sigue trabajando en perfeccionar la habilidad de los perros para detectar signos de cáncer. Aunque como amante de los perros le encantaría que hubiera uno en cada consulta médica para detectar enfermedades, Guest dijo que a la postre eso no es práctico.
A cambio, espera que la investigación pueda llevar a la invención de una nariz electrónica que imite la de un perro. "Por el momento las narices electrónicas no son tan avanzadas como las de los perros, están unos 15 años por detrás. Pero el trabajo que hacemos y lo que estamos encontrando ayudará a los científicos a avanzar rápidamente".


Fuente: Reuters

miércoles, 17 de junio de 2009

Miedo y Fobia

Tener miedo es normal. De hecho, muchos perros experimentan esa emoción con personas, lugares, objetos o incluso ruidos. El inconveniente se presenta cuando el miedo es exagerado, lo que se convierte en un grave problema de convivencia tanto para el animal como para sus propietarios.

Según el Diccionario Psicológico, el miedo es una "reacción emotiva frente a un peligro reconocido como tal en estado de conciencia", es decir, el miedo es una emoción que provoca una respuesta que permite al animal (humano o canino) responder ante situaciones que podrían resultar peligrosas para la supervivencia.

El miedo es una emoción normal, que por tanto está presente en todos los animales, ya que necesitan reconocer los peligros que existen en su entorno. Por este motivo, la influencia del miedo es, casi siempre, beneficiosa para la conservación de la integridad del individuo y la especie porque genera mecanismos de defensa.
Pero cuando el miedo se manifiesta de forma persistente y desproporcionada hacia un objeto, una situación o una actividad específicos, provoca un deseo irrefrenable de evitarlo, que se define como fobia.
La fobia significa pánico y es una patología que suele manifestarse cuando el perro desarrolla un estado de ansiedad ante la aproximación del estímulo que desencadena el terror. Por ejemplo, un perro con fobia a los truenos empieza a manifestar un estado de ansiedad mucho antes de que estalle la tormenta, ya que puede prever su presencia.
Tanto el miedo como las fobias son respuestas emocionales que afectan a animales de ambos sexos por igual, y que pueden manifestarse a cualquier edad. Además, todo animal tiende a tener miedo ante cualquier estímulo extraño, por lo tanto, es una reacción habitual.

TIPOS DE MIEDOS Y FOBIAS
El miedo puede ser innato o aprendido. El miedo innato a los depredadores, a los fenómenos incontrolados de la naturaleza, y al fuego está presente en la mayoría de perros, y gracias a ello, han sido capaces de sobrevivir desde hace más de 14.000 años. Por otro lado, el miedo adquirido aparece tras alguna experiencia traumática que haya podido sufrir el animal durante su vida. Cualquier estímulo que pueda asociar con algo que le ha causado dolor o ha amenazado su integridad, provocará una reacción miedosa. Por ejemplo, para algunos perros la visita al veterinario es traumática porque está asociada al pinchazo de una jeringuilla, algo nada agradable.

En cuanto a las fobias, éstas son siempre adquiridas y son la causa de un miedo extremo a uno o varios estímulos, siendo muy difíciles de corregir y controlar. Las más frecuentes están relacionadas con los ruidos intensos (truenos o explosiones de petardos), las personas desconocidas (niños o cualquier persona extraña), el agua (miedo a meterse en el agua o al aseo), otros animales (normalmente otros perros), los vehículos (no querer subir al coche o huir de él), y lugares o situaciones en las que el animal haya sufrido alguna experiencia traumática.
Para un diagnóstico acertado de si se trata de un perro con miedo o con fobia, es fundamental la observación del animal.

TÉCNICAS DE MODIFICACIÓN DE CONDUCTA
Tanto para miedos como para fobias las técnicas de modificación de conducta que se utilizan suelen ser las mismas: desensibilización sistemática, aproximación sucesiva e inundación.
La desensibilización sistemática, es decir, la exposición del animal a un nivel de estímulo inmediatamente inferior al que le produce el miedo, se utiliza en la mayoría de los casos y es muy efectiva cuando se trata de una fobia.

La aproximación sucesiva es similar a la desensibilización sistemática, ya que se expone al animal a un nivel muy bajo del estímulo causante del miedo, de manera que no llegue a desencadenarse. Posteriormente se irá incrementando de forma progresiva el nivel de estímulos hasta que desaparezca la respuesta miedosa.

La inundación consiste en exponer al perro al estímulo problemático a un nivel que induce al miedo hasta que la respuesta al estímulo cese. Esta técnica es solo recomendable cuando se trata de miedos leves, porque si se aplica en un caso de fobia puede traumatizar doblemente al animal.

En todos los casos, cualquier técnica de modificación de conducta utilizada debe apoyarse siempre en un adiestramiento de condicionamiento inverso o contracondicionamiento, es decir, enseñar al animal una conducta incompatible con la realización de la conducta indeseada. Para ello, en primer lugar, es imprescindible que el perro esté adiestrado en obediencia. Por ejemplo, cuando un perro muestra agresividad por miedo hacia una persona, antes de que ésta aparezca, habrá que ordenarle que se eche, premiándole por ello. Cuando la persona aparece, el perro debe seguir echado, y hay que volver a premiar su conducta obediente. Y así hasta que el miedo desaparezca.
CONCLUSIONES
Tanto el miedo como las fobias pueden convertirse en un grave problema de convivencia, por eso deben tratarse por especialistas (tanto un educador canino como un veterinario), y cada caso requerirá un tratamiento específico. Respecto a la educación, en la gran mayoría de los casos los miedos son reconducibles. El tratamiento farmacológico prescrito por un veterinario es fundamental para algunos tipos de fobias, especialmente las relacionadas con los ruidos intensos.
En todos los casos es necesario comprender que un perro con miedo es un perro que sufre, por lo tanto es esencial resolver el problema para que tenga una vida feliz.

Por: Javier Rodríguez Batallé (Educador Canino)
Fuente: Animalia

martes, 9 de junio de 2009

Multan con 1.200€ a una mujer por dejar encerrados a dos perros en un vehiculo

El Ayuntamiento considera que los hechos pueden ser constitutivos de dos infracciones, uno por cada animal.

El Ayuntamiento de Valencia ha incoado un procedimiento sancionador contra una mujer por dejar a dos perros en el interior de un vehículo cerrado, sin agua ni ventilación, a la que propone imponer una multa de 1.200 euros.
Los hechos ocurrieron el 26 de enero de 2008 por la tarde, en la calle Lérida de Valencia, y la Policía Local extendió un boletín al respecto, según recoge el edicto del Consistorio por el que se notifica providencia de incoación de procedimiento sancionador.

El Ayuntamiento considera que esos hechos pueden ser constitutivos de dos infracciones -una por cada uno de los animales- tipificadas como graves en la ley autonómica de Protección de animales de compañía de 1994.

Dicha ley establece como infracción grave el mantenimiento de los animales sin la alimentación o en instalaciones indebidas desde el punto de vista higiénico-sanitario o inadecuadas para la práctica de los cuidados y la atención necesarias de acuerdo con sus necesidades etológicas, según raza y especie.
La ley de la Generalitat de Protección de animales de compañía establece asimismo que las infracciones graves se sancionarán con multa de 601,01 euros a 6.010,11 euros.

Plazo de seis meses
El plazo máximo para tramitar, resolver y notificar la resolución expresa que ponga fin a este procedimiento sancionador es de seis meses.
Si transcurrido ese plazo no se ha notificado resolución sancionadora expresa, se producirá la caducidad del expediente sancionador.

La persona expedientada dispone de diez días hábiles si quiere comparecer para el conocimiento íntegro de esta providencia de incoación en las dependencias del servicio central del procedimiento sancionador del Ayuntamiento.

Asimismo, se le concede a ella y a los demás interesados en el expediente, si los hubiere, un plazo de quince días hábiles para presentar cuantas alegaciones, documentos o informaciones estimen convenientes en defensa de sus derechos e intereses y, en su caso, proponer prueba concretando los medios de que pretendan valerse, y se les comunica el derecho a la audiencia en el procedimiento.

El edicto del Ayuntamiento de Valencia recoge asimismo que la persona expedientada podrá reconocer voluntariamente su responsabilidad en estos hechos y proceder al pago voluntario de la multa en cualquier momento anterior a la resolución, lo que implicaría la terminación del procedimiento.

Fuente: Publico.es